¡Qué difícil!
Cuidado
La seguridad en los vehículos no se limita únicamente al uso del cinturón de seguridad o a respetar las normas de tráfico. Uno de los riesgos menos visibles, pero con consecuencias más graves, es el peligro de incendio por fallos eléctricos.
Tal como advierte Juan José, mecánico especializado en sistemas eléctricos: "Por una tontería puedes quemar el coche". Una mala conexión eléctrica puede generar cortocircuitos capaces de desatar un fuego en cuestión de segundos.
Para minimizar estos riesgos es fundamental contar con un extintor coche que pueda ser utilizado en el momento justo, antes de que las llamas se propaguen. Este elemento, aunque muchas veces ignorado, puede marcar la diferencia entre una avería controlada y la pérdida total del vehículo.
La instalación de sistemas eléctricos adicionales, reparaciones caseras, conexiones defectuosas o incluso un mantenimiento deficiente, aumentan la probabilidad de un incendio. De ahí que expertos en seguridad automotriz recomienden llevar siempre un extintor coche 2 kg, el cual resulta ideal por su tamaño compacto y capacidad suficiente para sofocar pequeños fuegos en el motor o el habitáculo.
Este tipo de extintores está diseñado para ser ligero, fácil de transportar y rápido de usar, lo que permite al conductor reaccionar de inmediato ante cualquier foco de fuego. Recordemos que, en un vehículo, los segundos cuentan, y la rapidez en la actuación puede salvar vidas.
Aunque muchos conductores desconocen la normativa, existen disposiciones específicas que regulan dónde y cuándo es obligatorio tener un extintor en un vehículo. En algunos países, es obligatorio para autobuses, camiones de mercancías y vehículos destinados al transporte público. Sin embargo, más allá de lo que marque la ley, contar con un extintor en un turismo privado debería ser considerado una medida de autoprotección indispensable.
En zonas rurales, viajes largos o rutas donde la asistencia técnica pueda tardar en llegar, disponer de este dispositivo puede evitar catástrofes. Además, en garajes privados o comunitarios, un coche equipado con extintor contribuye a aumentar la seguridad del entorno, protegiendo también a otros vehículos estacionados.
Los incendios en vehículos tienen un denominador común: el descuido en los detalles. Los mecánicos coinciden en que los errores más comunes incluyen:
Conexiones eléctricas defectuosas.
Sustitución inadecuada de fusibles.
Instalación de sistemas de sonido o luces sin profesionales.
Desgaste en los aislantes de los cables.
Fugas de líquidos inflamables en el motor.
Un pequeño fallo en cualquiera de estos aspectos puede convertirse en un desencadenante de un incendio. Por ello, además de las revisiones periódicas, se recomienda complementar la prevención con un extintor a mano.
La elección del extintor adecuado es clave para su eficacia. Los más utilizados en automóviles son:
Extintores de polvo ABC: recomendados para apagar fuegos de líquidos inflamables, materiales sólidos y equipos eléctricos.
Extintores de CO₂: ideales para incendios eléctricos, aunque su tamaño suele ser menos práctico para turismos pequeños.
Extintores de 2 kg: combinan portabilidad y potencia, siendo los más aconsejados para uso particular.
Un extintor coche 2 kg no solo resulta fácil de ubicar bajo el asiento o en el maletero, sino que también garantiza una descarga suficiente para sofocar llamas iniciales sin dificultad.
El consejo de los mecánicos especializados se centra en tres aspectos fundamentales:
Mantenimiento preventivo: revisar periódicamente el sistema eléctrico, alternador, batería y cableado.
Uso responsable: evitar modificaciones caseras y acudir siempre a talleres especializados.
Preparación: llevar siempre un extintor a bordo, revisar su fecha de caducidad y asegurarse de que esté en buen estado de funcionamiento.
Tal como insiste Juan José, las pequeñas negligencias pueden convertirse en tragedias evitables si no se toman precauciones a tiempo.
Un extintor no sirve de nada si no está accesible en el momento necesario. La ubicación más recomendada es:
Bajo el asiento del copiloto.
Fijado en el maletero con un soporte homologado.
Dentro de la guantera si el tamaño lo permite.
Debe estar colocado en un punto visible y fácil de alcanzar incluso en situaciones de emergencia.
Ignorar la importancia de este elemento puede tener consecuencias devastadoras. Además de la pérdida del vehículo, un incendio puede poner en riesgo la vida del conductor, pasajeros y terceros. Los costes de reparación tras un incendio parcial superan con creces el precio de un extintor, lo que convierte su compra en una inversión mínima frente a los beneficios en seguridad.
La seguridad vial no se limita a respetar límites de velocidad o a evitar distracciones al volante. La cultura de la prevención debe incluir la protección contra incendios en los vehículos. Un extintor coche es un elemento básico que debería formar parte de todos los kits de emergencia junto al botiquín, triángulos y chaleco reflectante.
Fomentar la concienciación entre los conductores es esencial para reducir los riesgos. Los talleres mecánicos y las autoescuelas deberían incluir recomendaciones claras sobre su uso, mantenimiento y obligatoriedad en determinadas circunstancias.